Una vez más, un campo de golf, en este caso el Centro Nacional de Golf, se ha convertido en un poderoso aliado en la lucha contra los incendios, poniendo de manifiesto otro buen uso medioambiental que redunda en beneficio de todos.
Los helicópteros del servicio de extinción de la Comunidad de Madrid han utilizado los lagos del Centro Nacional de Golf para captar agua con el objeto de minimizar cuanto antes los efectos de un incendio producido en las proximidades de la M-40.
En varias ocasiones, las aeronaves han llenado su bambi (dispositivo para recoger agua) con aproximadamente 1.000-1.200 litros para arrojarlos sobre el incendio próximo, una de las peores lacras medioambientales que padecemos en España.
No en vano, los efectos nocivos que representan (pérdida de vegetación, suelo fértil, biodiversidad en general, emisión de gases de efecto invernadero, etc.) suponen uno de los grandes quebraderos de cabeza para los técnicos de las distintas administraciones públicas de nuestro país.
Afortunadamente, una vez más, un campo de golf ha ido en auxilio del medio ambiente y gracias a él, a su proximidad con el incendio y a los lagos existentes dentro del Centro Nacional, se han minimizados los efectos del mismo.