El andaluz provocó un terremoto hace un año en el Club de Campo Villa de Madrid al ganar al mismísimo Jon Rahm en el desempate de la última jornada. Fue el día de su vida. Y esta semana regresaba al lugar de la gesta cargado de ilusión. El jueves aguantó el tipo y cerró la vuelta con -1 pese a las malas sensaciones, pero este viernes nada le acompañó y acabó con un +4 que le deja fuera del corte y del fin de semana.
A pesar de todo, Hidalgo no perdió la sonrisa ni la compostura en ningún momento. Y el público de Madrid le despidió en el hoyo 18 con un aplauso y una ovación más que merecidos. Un homenaje más que justo para un campeón herido. Un regalo que ayuda a cicatrizar la herida.
«Evidentemente que se agradece el cariño del público. El partido que me han puesto ha sido espectacular, con Jon Rahm y Shane Lowry. No os imagináis lo buen tiempo y lo agradable que es Jon. En el hoyo 15 me ha estado dando ánimos. Es no te lo hace cualquiera, demuestra lo grande que es», ha señalado Hidalgo nada más acabar su vuelta. «Saco muchas cosas positivas de esta semana. Con el público, por ejemplo. Te anima mucho y ya estoy con ganas de volver. Es la mejor semana del año y la que más se disfruta».
Respecto a sus sensaciones, Hidalgo ha reconocido que no se ha encontrado cómodo en ningún momento de la semana. Y además ha admitido que atraviesa por un momento de bloqueo con el putt. «No me ha afectado la tensión de ser el campeón, de tener que defender el título. No ha querido salir absolutamente nada. Ayer jugué bastante correcto y no salió nada y hoy, sin tener la sensación de haber jugado mal, he hecho +4».
«El tema está en la cabeza con el putt. No sé qué me pasa cada vez que cojo el putt. No es un tema de presión, es que no puedo mover el putt hacia atrás. En el 15 he tirado dos putts muy mejorables. Habrá que buscar alguien y hablar, porque de tee a green le estoy pegando bastante correcto pero después llegas al put… Es lo que hay, es golf y pueden pasar cosas así. Somos humanos».