Juan Carlos Piñero fue miembro de una familia con una destacada trayectoria en la historia del golf nacional, Juan Carlos fue más que un jugador; fue un apasionado defensor del deporte que amaba y un ejemplo para las generaciones más jóvenes.
Hace poco más de un año, en 2023, Juan Carlos estrechó lazos con el Real Club de Golf Guadalmina, convirtiéndose en profesor de la Escuela Infantil del club. Fue una decisión impulsada por su deseo de transmitir a los más jóvenes no solo las habilidades técnicas, sino también el espíritu y la dedicación que lo llevaron a destacar en el mundo del golf profesional.
Profesional desde 1981, Piñero fue un habitual del European Tour, participando en 74 torneos a lo largo de 13 temporadas. En el ámbito nacional, brilló en el Circuito Nacional, destacándose con un título emblemático en el Campeonato de España de la PGA en 1994.
Juan Carlos también dejó huella como competidor constante y colaborador comprometido de la Asociación de Profesionales de Golf de España. Aunque tuvo que alejarse de los campos debido a su enfermedad, su pasión por el golf jamás se desvaneció.
Su última actuación en competición, el Campeonato de España de Profesionales Senior en 2016, fue una muestra de su talento y determinación: una ronda de 68 golpes que reflejó su inquebrantable amor por el deporte.
Emotivo adiós a Juan Carlos Piñero en San Pedro Alcántara
El 17 de noviembre, el Cementerio de San Pedro Alcántara fue el escenario de una emotiva despedida a Juan Carlos Piñero, figura emblemática del golf español.
La ceremonia, cargada de recuerdos y homenajes, reunió a un gran número de profesionales del golf que compartieron etapas de su vida y carrera, así como a su familia más cercana, entre ellos sus hijas, su madre, y sus hermanos Manuel y Alfonso.
Numerosos profesionales que compartieron con Juan Carlos torneos y experiencias a lo largo de su carrera quisieron estar presentes para honrar su memoria.
Cada palabra y gesto de apoyo demostraron la admiración que sentían hacia él, no solo como jugador, sino también como un ser humano íntegro que dejó una huella imborrable en quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.
En los semblantes de sus hermanos de Juan Carlos, Manuel se percibía el orgullo de haber compartido una vida junto a alguien que dedicó todo su esfuerzo y amor al deporte que los unió desde niños.
Hoy, el legado de Juan Carlos Piñero permanece vivo.
Su dedicación, su amor por el golf y su voluntad de inspirar a otros perdurarán en cada rincón de los campos donde compartió su experiencia.
Su ausencia deja un vacío, pero su impacto seguirá resonando en el golf español por generaciones.
DEP