Adrián Otaegui y Francesco Molinari llegan al Real Club de Golf Sotogrande en momentos muy diferentes de juego y de carrera, pero tienen muchas cosas en común: por ejemplo, su infatigable espíritu de trabajo y sus excelentes recuerdos de Sotogrande a lo largo de su carrera. Otaegui ganó la última edición del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters y defiende título, y Molinari ganó la Copa Sotogrande en 2004, un triunfo que le lanzó definitivamente hacia el golf profesional.
Los dos jugadores se han mostrado encantados de volver a un escenario que les motiva especialmente. “Me encanta el campo, está en condiciones perfectas, la bola rueda muy bien y los greenes están receptivos por si sopla el viento. Cada hoyo tiene su estrategia y los cambios que han hecho están muy bien. Quizá el más cambiado sea el par 3 del 8”, explica Otaegui.
Los dos coinciden en definirlo como un campo muy técnico. “Te da que pensar desde el tee y también en el tiro a bandera, de algunas te tienes que olvidar y buscar la zona buena. También hay hoyos en los que los pegadores pueden soltarse, estoy enamorado de Sotogrande”, añade Adrián Otaegui
Para Molinari, la principal diferencia con el campo que jugó de amateur es el cambio de hierba. “Es un test muy bueno. Si sopla el viento, con las calles estrechas y los greenes rápidos puede ser muy difícil. Las condiciones del campo son perfectas para el torneo. Me gusta mucho”, indica.
Los jugadores se encuentran en momentos muy diferentes de forma, mientras Adrián Otaeguii está preparado para reeditar triunfo, “he descansado dos semanas antes de Madrid, llego muy bien”, avisa. Molinari, por su parte, pelea para recuperar el juego que le llevó a ganar el Open Británico y el BMW PGA Championship 2018. “He cambiado a todo el equipo que me rodea y estoy trabajando duro ya de cara a la temporada que viene. Llevo casi un mes sin competir, espero empezar bien y coger confianza”, afirma.
La pandemia de Covid y otras circunstancias tuvieron un impacto negativo en el jugador italiano. “La pandemia me perjudicó, mis entrenadores tenían cierta edad y dejaron de viajar, me mudé a Estados Unidos e intenté hacer un nuevo equipo, pero las cosas no han salido como quería. Mi carrera ha sido muy regular, pero golf es así, hay momentos buenos y malos, y necesito tiempo para volver a mi mejor nivel. Estoy trabajando en mi juego largo que siempre ha sido mi fuerte y tengo que recuperarlo”, explica.
Tanto Otaegui como Molinari han trabajado muy duro esta temporada para meterse en el equipo europeo de la Ryder Cup en la que el italiano fue vicecapitán. “Me vi con opciones de entrar hasta el final, he hecho el trabajo lo mejor que he podido y estoy satisfecho”, comenta Adrián Otaegui.
“Creo que tuve opciones hasta Escocia, pero también me di cuenta de que no estaba competitivo y no iba a aportar. El nivel de los jugadores es altísimo y estar ahí sin el nivel necesario no me gustaba. He disfrutado mucho como vicecapitán”, añade Molinari.
“El capitán de la Ryder decide cómo podemos ayudarle. En Roma Luke nos pidió que nos encargáramos de tres jugadores cada uno. Él tomaba todas las decisiones, pero cada vicecapitán aportaba su experiencia y trataba de ayudarle. Como vicecapitán compartes más cosas, hablas mucho con todos, en cambio como jugador estás muy centrado en hacerlo lo mejor posible. Estamos muy contentos por el triunfo de Europa, significa mucho para mi hermano y para mí”, cuenta Francesco.
La Ryder 2025 es un objetivo compartido y para Adrián sería un sueño que el torneo llegara su tierra, el País Vasco. “Ojalá en 2031 tengamos la Ryder Cup en España y si es en el País Vasco sería una pasada, estoy seguro de que todo mundo se volcaría”.
Tanto Molinari como Otaegui saben que el trabajo duro es el mejor cimiento para una carrera sólida. “Me veo reflejado en las ganas de mejorar y trabajar de Adrián, si sigue así puede ganar muchos torneos”, indica Molinari. “Francesco es un jugador muy sólido, muy trabajador y es todo un halago que me digan que nos parecemos. En la vida hay etapas, pero Francesco puede ganar esta semana y cualquier torneo, no está tan lejos”, termina Otaegui.