El European Tour con George O’Grady a la cabeza han presentado la temporada 2013, que continúa alejándose del viejo continente, la próxima temporada se disputan 19 torneos en Europa habiéndose disputado a lo largo de esta última temporada 21 torneos, y que introduce cambios para dar más opciones a jugadores más modestos.
En esta ocasión, el único torneo en suelo español con hueco reservado en el calendario del circuito europeo es el Reale Seguros Open de España que se disputará justo después del Masters de Augusta, del 18 al 21 de abril, una fecha difícil y para la que la RFEG tendrá que echar toda la carne al asador y tendrá que esperar la respuesta de los jugadores. El Open de Andalucía podría recolocarse en abril o mayo, meses en los que hay un par de semanas sin asignar.
Además de estos cambios, se ha reducido el número de tarjetas aseguradas al final de 2013, para favorecer la rotación de jugadores de cara a 2014 y ofrecer más opciones a los jugadores del Challenge Tour y la escuela de clasificación.
A partir de 2013, los 110 primeros de la Race to Dubai conservarán sus tarjetas del circuito, incluyendo a los miembros afiliados.
Se incluyen también The Final Series, compuestas por tres torneos, el BMW Masters, el HSBC Champions y el Turkish Open, con premios espectaculares para reforzar la fase final del la Race to Dubai antes del torneo final, el DP World Tour Championship. El European Tour ha introducido un bono del 20% a los puntos de la Race to Dubai para los jugadores que participen en las tres pruebas, asegurándose el interés de los mejores en estos torneos.
El Seve Trophy se disputará tras el Alfred Dunhill Links Championship, estrenando su condición de prueba valedera para cumplir el requisito mínimo de torneos en el European Tour.
El European Tour ha reforzado sus vínculos con Sudáfrica, Oriente Próximo y el sudeste asiático, futuros baluartes del golf mundial y residencia de patrocinadores potenciales. La situación económica en Europa dista de ser halagüeña y la fuga de talento en 2013 hacia el del PGA Tour ha obligado a George O’Grady y compañía a buscar alternativas, aunque eso suponga hacer que los jugadores europeos se harten de acumular puntos en sus tarjetas de fidelización de las líneas aéreas.