Shanshan Feng fue la primera jugadora china en obtener la tarjeta para la LPGA Tour, y ha sido la primera jugadora china en ganar el Wegmans LPGA Championship, lo que supone el primer major ganado para su país, en un torneo en el que ninguna jugadora ha bajado de 68 golpes, a excepción de esta joven china, que realizó la mejor vuelta del día con 67 golpes y haciendo del golf algo fácil en un campo como el Locust Hill, donde algunas jugadoras se han visto superadas por el nivel exigido por el recorrido desde su inicio, y de manera particular, en los últimos nueve hoyos.
Pero en la ronda final, para Feng ha sido, al parecer, algo más sencillo. Ni un solo bogey en su tarjeta en un campo donde terminar al par se antojaba como una auténtica utopía para jugadoras como Stacy Lewis, Yani Tseng o Suzann Pettersen.
Con esta victoria Feng se sitúa en quinta posición en el ranking mundial y confirma el auge y nivel del golf femenino asiático. Si en las dos temporadas anteriores, la twainesa Yani Tseng se mostró imbatible, también abrió las puertas de una nueva generación entrenada en la victoria que la tienen como modelo a seguir, y superar. Sin ir más lejos, la propia Feng afirma que sigue la carrera de la actual número uno, que ha finalizado el Wegmans LPGA Championship en el 59º puesto, confirmando no estar pasando por sus mejores momentos deportivos, demostrando ser humana, algo que se podía dudar estos años atrás.