Parece que Jason Dufner vuelve a confiar en sí mismo y en su juego. Desde que perdiera el pasado PGA Championship en los últimos tres hoyos, el norteamericano ha obtenido su segunda victoria en el PGA Tour en el Byron Nelson Championship, colocándose en el número uno en la tabla de la FedEx Cup junto a Hunter Mahan.
Y es que perder un major le ha valido de revulsivo. El problema, por aquel entonces, no era ni su juego, ni su físico. Puedes entrenar durante horas para mejorar tu juego y tu condición física, pero si no confías en ti mismo y en las opciones de ganar el torneo, no ganarás. Además, perder y quedarse con el fracaso no ayuda a mejorar la situación. Es difícil, incluso a nivel profesional, asimilar una derrota y volver a poner el marcador a cero. Pero Dufner, como otros grandes jugadores, ha sabido como hacerlo. Ya lo demostró en New Orleans y lo ha demostrado sobre un TPC Four Season realmente duro, donde había que mantener un juego seguro y en ocasiones excesivamente conservador, porque un mal golpe puede complicar, y mucho, jugadas que inicialmente eran más accesibles.
Huir del bogey y basar su victoria en su excelente juego largo han sido las reglas fijadas por Jason Dufner. Y aunque el putt sigue sin ser su fuerte, basta con ver el golpe de más de siete metros que le dio la victoria. Desde luego, y viendo sus porcentajes y estadísticas con el putter, era casi impensable que embocara la bola.
Dufner no parece hacer caso a los números y muestra una confianza que puede ser muy provechosa en la Ryder Cup, como se puede extraer de sus comentarios poco después de esta victoria: “Sabía que si hacía birdie ganaba y con un par iría a playoff, pero no me gustan demasiado”.