España acude a Texas con un equipo mixto compuesto por cuatro jugadores.
España será una de las veinte potencias golfísticas representadas en el peculiar The Spirit International 2015, una prueba mixta que reunirá en Texas (Estados Unidos) a algunos de los jugadores que más han despuntado a nivel mundial en los últimos años.
El campo de The Whispering Pines Golf Club ejerce de sede de un torneo en el que España se presenta con cuatro golfistas de notable trayectoria: el catalán Adriá Arnaus, el cordobés Víctor Pastor, la gallega Fátima Fernández y la gaditana María Parra. Especialmente atractivo es el concurso de esta última, que acude como vigente campeona de Europa y actual número 4 del Ranking Mundial Amateur.
Adriá Arnaus, jugador de la Universidad de Texas A&M, y Fátima Fernández, golfista enrolada en el equipo de la Universidad de Troy y ganadora la pasada semana del Chris Banister Classic, cuentan con el plus de poseer una amplia experiencia en Estados Unidos.
De carácter mixto –cada equipo está compuesto por dos jugadores y dos jugadoras–, el torneo cuenta con cinco clasificaciones: la de cada cuarteto, una masculina y otra femenina general, y las dos individuales. El formato de juego es mejor bola, de forma que para obtener el registro de cada cuarteto hay que sumar los resultados de la pareja masculina y de la femenina.
La competencia se presenta feroz a la vista del enorme potencial de equipos como el de Inglaterra, que acude con dos Top 12 mundiales como Bronte Law y Hayley Davis; Noruega, capitaneado por la ganadora del British Girls Sandra Nordaas; o Suecia, con el Número 3 del mundo Marcus Kinhult a la cabeza.
Precedente en 2013
España ya participó en The Spirit International en el año 2013, y lo hizo con cuatro jugadores que ya son o está en camino de ser profesionales: el ilerdense Emilio Cuartero, el granadino Scott W. Fernandez, la castellonense Natalia Escuriola y la malagueña Noemí Jiménez.
El conjunto español acumuló 413 golpes, catorce más que el ganador, Estados Unidos, y fue séptimo en Houston.
Foto. Adriá Arnaus