Para Islantilla Golf Resort es un privilegio estar enclavados en un entorno natural, y toda una responsabilidad conservarlo como merece. No obstante, el campo de golf de 27 hoyos que rodea al establecimiento es una de las reservas de aves más importantes de la zona, y con idea de fomentar su biodiversidad se puso en marcha hace tiempo un plan específico de mejora, que acaba de finalizar.
Y es precisamente a lo largo y ancho de sus 73 hectáreas donde se han instalado 18 cajas nido –dos de ellas para rapaces-, dos comederos artificiales, dos comederos naturales, dos bebederos naturales, dos isletas para los lagos y cuatro nidos acuáticos. Entre las más de 50 especies de la zona encontramos aves migratorias como el zorzal, la tórtola, el vencejo, el petirrojo o el abejaruco, mientras que entre las especies sedentarias se pueden observar el rabilargo, la abubilla, el mochuelo, la lechuza, la garza o el ánade real.
La cercanía con otras zonas donde proliferan multitud de aves convierte a Islantilla Golf Resort en un lugar perfecto para los aficionados a la ornitología, que al estar alojados en el complejo pueden disfrutar visitando gratuitamente un completo recorrido con indicaciones explicativas y unas vistas de ensueño. Para su puesta en marcha se ha contado con el asesoramiento de Manu Mojarro, especialista con más de diez años de experiencia potenciando el turismo ornitológico en la provincia de Huelva con su empresa Doñana Spoonbill.
Para Edmundo Hernández, director de Islantilla Golf Resort, haber llevado a cabo este plan de acción “era casi una obligación, ya que tenemos la suerte de estar rodeados por una fauna y una flora extraordinaria y había que devolverle al medio ambiente un poco de todo lo recibido”, explica.
La política de Resposabilidad Social Corporativa de Islantilla Golf Resort es una de las prioridades de la empresa onubense. No en vano, el Instituto de Calidad Turística Española (ICTE) renueva año tras año la Q de Calidad Turística del Hotel, lo que pone de manifiesto un riguroso cumplimiento de la legislación vigente en materia turística, de seguridad y medioambiental, a lo que se suma que el campo de golf fue el primero de España en ser reconocido por su calidad y gestión ambiental.