2015 es el año de Jordan Spieth. El joven talento estadounidense está demostrando que la etiqueta de promesa norteamericana del golf no le viene grande en lo que va de año. Primero, dominó el Masters de Augusta como si fuera un auténtico veterano sobre la hierba del National para hacerse con su primer major y ahora, con solo 21 años, se ha apoderado del US Open en una apasionante jornada final en Chambers Bay, convirtiéndose en el campeón más joven desde Bobby Jones en 1923, el ganador más joven de dos grandes consecutivos desde Gene Sarazen en 1922 y el jugador más joven de la historia con el Masters de Augusta y el US Open en su palmarés.
Pero entre su primer major y esta segunda victoria ha habido alguna diferencia. Básicamente, el US Open ha sido más difícil de ganar, o al menos, ha tenido mayor resistencia por parte de sus adversarios.
Comenzaba como líder y acompañado de Branden Grace y no empezaba con buen pie. En el primer hoyo Spieth necesitaba tres putts para embocar su bola. Pero no fue el inicio de un error mayor. Demostrando una calma impropia de su edad y en un evento de este calibre, Jordan Spieth se mantuvo sólido y recuperó con birdies en el 8, el 12 y el 16, mientras que Grace perdía el control con el drive y con ello, sus opciones de victoria. Para entonces, Dustin Johnson ya había presentado sus credenciales como rival directo. Y tendría su oportunidad cuando Spielth cometía doble bogey en el 17 para perder toda ventaja y empatar con Johnson, que firmaba el penúltimo hoyo del día con birdie.
Jordan Spieth no renunciaba y demostrando su potencial enviaba con su segundo golpe la bola al green del 18, par 5. Dos putts más tarde, firmaba en su tarjeta un birdie que lo situaba en -5. Nada inalcanzable para Dustin “Bombardero” Johnson que conseguía repetir la jugada de su rival hasta llegar al green, pero necesitaba un golpe más de putter para cerrar su intervención en el US Open empatado con el sudafricano Louis Oosthuizen con -4. Oosthuizen demostró un gran nivel de juego a pesar de la irregular jornada del jueves con 77 golpes y de un comienzo desacertado en los primeros compases de la final.
Su compatriota Branden Grace quedaba cuarto empatado en -3 con los australianos Cameron Smith y Adam Scott, autor de un impecable 64(-6), la mejor vuelta del torneo.